El mercado internacional ha generado una industria millonaria basada en el «Yoga»: desde elementos, accesorios, vestimenta, ornamentos y otras adicionales, hasta certificaciones supuestamente oficiales, sectas abusivas de todo tipo e incluso personas que por haber practicado 2, 5 o mas años se autoproclaman instructores, profesores e incluso maestros sin haber experimentado ningún tipo de formación. Tanto unos como los otros brindan prácticas, escriben e incluso enseñan pura ILUSIÓN, multiplican la Maya alejando cada vez mas a millones de practicantes de la Realidad y el verdadero fin o meta del Yoga.
Cada uno de nosotros llega a la práctica y a la necesidad de estudio y compresión del Yoga por sus propias circunstancias. Ni yo ni nadie puede decirle a una persona qué hacer, ni cómo, ni dónde, pues cada uno forja su propio camino. Pero el Yoga tiene sus fundamentos históricos, filosóficos, teóricos y prácticos, y es deber de un alma noble hacer honor de ellos, con respeto, amor y humildad.
La ética nos enseña que si bien no podemos controlar las circunstancias, sí podemos y tenemos la libertad de elegir nuestros actos, y que seremos responsables de las consecuencias que generemos en el mundo y en las relaciones interpersonales.
Yoga busca cultivar el Amor, el Respeto, la Autodisciplina y la Sabiduría.
¡Que la Luz predomine ante la Oscuridad!
Om. Shanti shanti shanti.