Al cerrar ciclos te liberas de la pesadez de las emociones negativas, que te mantienen estancado y dificultan tu avance en la vida. Al hacerlo, puedes vivir más ligero, tienes espacio energético para recibir nuevas experiencias y permites que la energía positiva fluya a tu alrededor para volver a ser feliz.
Para cerrar ciclos se realizan rituales simbólicos, aunque lo más importante a la hora de cerrar ciclos es que tengas la voluntad de hacerlo y que estés dispuesto a perdonar, superar, sanar heridas y dejar el pasado atrás, existen rituales que te pueden ayudar a hacer más tangible ese cierre de ciclos y a darles un mayor simbolismo.
Para realizar el ritual que te proponemos necesitas papel, lápiz y una vela, de preferencia blanca o morada, ya que el blanco simboliza la luz y la pureza y el morado se relaciona con los procesos de transformación y renovación. Adicionalmente y si cuentas con ellos, puedes elegir un cristal, cuarzo o una piedra con valor emocional que te acompañe durante el proceso. Si tienes varias, elige el que sientas que vibra mejor con tu intención en ese momento.
Para empezar, cierra los ojos y realiza algunas respiraciones profundas y conscientes, o si lo deseas, puedes hacer una breve meditación. Esto te ayuda a liberar estrés y preocupaciones, para mantener tu energía equilibrada durante el ritual.
Luego, enciende la vela. Visualiza la llama como una energía que transforma la vibra del lugar en el que te encuentras y que, al mismo tiempo, te protege y te ayuda a centrarte en tu objetivo.
Después, toma la hoja y córtala en tres partes iguales. En la primera escribe: “lo difícil de este año”, y haz una lista de las situaciones negativas o adversas que te ocasionaron problemas los meses previos; en la segunda: “lo que quiero agradecer de este año”, y anota todo lo bueno que pasó, todo aquello por lo que el año ha valido la pena; y en la tercera “lo que quiero soltar de este año”, y aquí va todo lo que implica un ciclo por cerrar, todo lo que es momento de dejar ir para estar en paz.
Es muy importante que seas totalmente honesto contigo mismo mientras escribes. Cuando termines con tus tres listas, lee todo lo que escribiste en ellas. Si lo prefieres, puedes hacerlo en voz alta para ayudar a liberar los mensajes de una manera más efectiva.
Ahora, quema los fragmentos de hoja en los que escribiste lo difícil del año y lo que quieres soltar. Piensa que ese acto simbólico de quemarlos representa el cierre de cada uno de esos ciclos y la liberación de las emociones que habían desencadenado en ti hasta ese momento.
Luego, guarda la parte que queda, la que incluye todo lo positivo que ha tenido el año, para que tengas presentes las bendicones que recibiste. Para finalizar el ritual, puedes hacer otra meditación breve o algunas respiraciones profundas y conscientes.
Agradece por el proceso que acabas de realizar, por los ciclos que has cerrado y por la oportunidad de empezar un nuevo ciclo con energía renovada.
Que toda la energia siga en movimiento.